El ruido generado por las instalaciones de lavandería de un edificio puede variar dependiendo de varios factores. En general, las lavadoras modernas están diseñadas para funcionar de manera silenciosa, pero aún pueden producir cierto nivel de ruido durante su funcionamiento. El nivel de ruido puede verse afectado por factores como la antigüedad y el estado de las máquinas, el tipo de ropa que se procesa y la instalación de medidas para reducir el ruido, como almohadillas antivibratorias o materiales aislantes del sonido. Si se mantienen y operan adecuadamente, las instalaciones de lavandería no deben producir un ruido excesivo o perturbador que pueda causar una perturbación significativa a los ocupantes del edificio.
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