Depende de las políticas y regulaciones específicas establecidas por su arrendador o compañía de administración de propiedades. Algunos propietarios pueden permitir que los inquilinos pinten las paredes con permiso previo, mientras que otros pueden no permitir ningún cambio en la pintura original de la propiedad. Lo mejor es consultar su contrato de arrendamiento o ponerse en contacto con su arrendador para preguntar sobre sus políticas con respecto a la pintura de las paredes.
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