El concepto del arquitecto puede tener un impacto significativo en la densidad del edificio. El diseño y la distribución de un edificio pueden determinar cuántas unidades o pisos se pueden agregar a una estructura, lo que a su vez influye en la densidad del edificio. Por ejemplo, un edificio con una huella más grande puede albergar más unidades que uno con una huella más pequeña. Además, la altura y la ubicación de las ventanas, los balcones y los espacios al aire libre también pueden desempeñar un papel en la determinación de la densidad de un edificio, ya que pueden afectar la relación visual y física del edificio con su entorno. Por último, el uso de principios de diseño sostenible, como la refrigeración pasiva y la iluminación natural, puede permitir densidades más altas al tiempo que reduce el consumo de energía y minimiza el impacto medioambiental del edificio.
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