La opulencia puede tener una relación con el nacionalismo, ya que puede significar la capacidad de un país para acumular y exhibir riqueza y poder. En algunos casos, la opulencia de un país puede verse como una representación del orgullo y la superioridad nacionales. Sin embargo, las demostraciones excesivas de opulencia, especialmente por parte de los líderes gubernamentales, también pueden verse como un símbolo de corrupción y desigualdad, lo que lleva a reacciones violentas y movimientos nacionalistas que promueven la igualdad y la justicia social. Además, algunos movimientos nacionalistas pueden rechazar la opulencia como símbolo de influencia extranjera o decadencia, promoviendo en cambio valores más modestos y tradicionales.
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