1. Fragmentación de formas: descomponer el edificio en múltiples partes irregulares.
2. Inclinación y sesgo de los elementos de construcción: creando una sensación de inestabilidad y caos.
3. Uso de materiales no convencionales: incorporación de materiales de superficie como vidrio, acero y hormigón, y exposición de elementos estructurales que normalmente estarían ocultos.
4. Superposición y entrelazamiento de geometrías: creación de complejidad e interés visual a través de la superposición de formas.
5. Distorsión de escala: elementos de escala de formas inesperadas, como vigas demasiado grandes o ventanas demasiado pequeñas.
6. Énfasis en el movimiento y la circulación: crear una experiencia de fluidez y movimiento mediante la manipulación de las rutas de movimiento a través del edificio.
7. Iluminación dramática: usar iluminación para resaltar la naturaleza escultórica del edificio y crear contraste y profundidad.
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