Los arquitectos usan la sombra para crear una sensación de movimiento en un paisaje colocando estratégicamente elementos que proyectan sombras en diferentes momentos del día. Usan el movimiento del sol a su favor y seleccionan cuidadosamente la ubicación de árboles, edificios y otras estructuras para crear patrones y formas interesantes en el suelo. Estas sombras pueden crear una ilusión de movimiento a medida que el sol se mueve a lo largo del día. Además, algunos arquitectos utilizan materiales y texturas que cambian con la iluminación para crear un efecto aún más dinámico. Desde la perspectiva del espectador, esto crea la impresión de que el paisaje cambia y se mueve constantemente, aunque esté estacionario.
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