La simplicidad en la arquitectura a menudo se basa en el uso de materiales sencillos y auténticos. Un edificio que se basa en formas y materiales simples puede crear un diseño minimalista y reducir cualquier complejidad o adorno innecesario. Los materiales como la madera, la piedra, el hormigón o el acero pueden crear una estética sencilla y pura que se alinee bien con el principio de simplicidad en la forma. Además, una paleta limitada de materiales de alta calidad puede ayudar a crear un diseño duradero y atemporal. Por el contrario, un edificio con una variedad de materiales decorativos puede crear complejidad y distraer la atención de su diseño general. En última instancia, la simplicidad en la arquitectura se adapta bien al uso de materiales honestos, duraderos y de uso común.
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