Algunas características clave de los arcos romanos son:
1. Piedra angular: la piedra central superior del arco, que bloquea las otras piedras en su lugar y soporta el peso del arco.
2. Dovelas: Las piedras en forma de cuña que forman el arco, más anchas en la base y más estrechas en la parte superior.
3. Cargas impuestas: El peso de la estructura sobre el arco, que se distribuye uniformemente a través de la forma curva del arco y se transfiere a los soportes de cada lado.
4. Contrafuertes: estructuras de soporte a ambos lados del arco, que ayudan a distribuir el peso y evitar el colapso.
5. Elementos decorativos: los arcos romanos a menudo presentaban elementos decorativos como tallas, esculturas y relieves ornamentados, que servían tanto para fines estéticos como simbólicos.
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