El papel de la accesibilidad en la economía circular es garantizar que todas las personas tengan el mismo acceso a los recursos y oportunidades que respaldan la transición a una economía circular. Esto significa que los productos, los servicios y la infraestructura deben diseñarse teniendo en cuenta la accesibilidad, incluida la consideración de las discapacidades físicas, cognitivas y sensoriales. Al priorizar la accesibilidad, la economía circular se vuelve más inclusiva y sostenible, promoviendo el bienestar social y ambiental. Además, la accesibilidad puede impulsar la innovación y los avances tecnológicos que benefician a todas las personas, independientemente de sus capacidades. En general, la accesibilidad es esencial para aprovechar todo el potencial de la economía circular y crear una sociedad más equitativa y justa.
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