La usabilidad es crucial en el diseño de la interfaz porque determina la facilidad de uso y la accesibilidad de un producto para sus usuarios. Si un producto tiene una usabilidad deficiente, puede generar frustración, errores y confusión, lo que en última instancia puede conducir al fracaso del producto. Por otro lado, un producto con buena usabilidad puede aumentar la satisfacción del usuario, mejorar la eficiencia y aumentar la productividad. Una buena usabilidad también puede contribuir a una experiencia de usuario positiva, lo que puede conducir a la lealtad del cliente y mejores resultados comerciales. Por lo tanto, la usabilidad es un factor clave para garantizar el éxito de un producto y debe priorizarse en el proceso de diseño.
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