Las villas italianas suelen incorporar grandes entradas en forma de una gran puerta ornamentada o un gran arco. Estas entradas a menudo están decoradas con patrones y diseños intrincados y están hechas de materiales de alta calidad como piedra o hierro forjado. Las entradas conducen a un gran patio o jardín, que sirve como punto focal de la villa. El patio o jardín puede contener elementos paisajísticos como fuentes, esculturas y parterres de flores, lo que enfatiza aún más la grandeza de la entrada. Además, las villas italianas pueden tener una gran escalera que conduce a la entrada, lo que se suma a la grandeza del diseño.
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