El propósito de un edificio residencial es proporcionar a las personas un lugar para vivir y llamar hogar. Está diseñado para ofrecer refugio y un entorno de vida seguro y cómodo para personas o familias. Los edificios residenciales pueden tener varias formas, como apartamentos, casas, condominios, casas adosadas o cualquier otro tipo de unidad de vivienda. Estos edificios están destinados a adaptarse a las necesidades y preferencias de los residentes, brindándoles las comodidades e instalaciones necesarias para la vida diaria, como dormitorios, baños, cocinas y espacios habitables. Además, los edificios residenciales a menudo incluyen áreas comunes, como jardines, parques, gimnasios o salas comunitarias, para fomentar un sentido de comunidad entre los residentes.
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