En general, las instalaciones sanitarias deberían diseñarse para garantizar la seguridad y la accesibilidad de todos los usuarios. Los códigos y regulaciones de construcción a menudo exigen el cumplimiento de ciertos estándares para que los baños sean accesibles para personas con discapacidades o problemas de movilidad. Esto incluye características tales como barras de apoyo, pasamanos, puertas más anchas, lavabos y encimeras accesibles, espejos colocados correctamente, accesorios de menor altura y espacio adecuado para maniobrar sillas de ruedas. También se deben considerar medidas de seguridad como pisos antideslizantes, iluminación adecuada y sistemas de llamadas de emergencia. Sin embargo, es importante tener en cuenta que el nivel de seguridad y accesibilidad puede variar según la ubicación específica y las normas de construcción.
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