El diseño urbano y las políticas de seguridad pública están estrechamente relacionados, ya que ambos se refieren a la seguridad de las personas en los espacios públicos. El diseño urbano juega un papel crucial en la mejora de la seguridad pública mediante la integración de características de seguridad en el entorno construido. Por ejemplo, diseñar calles bien iluminadas, promover una infraestructura amigable para los peatones, crear vistas claras para reducir los puntos ciegos e incorporar cámaras de seguridad en los espacios públicos. Por otro lado, las políticas de seguridad pública tienen como objetivo crear un entorno seguro y protegido para las comunidades mediante el desarrollo y la aplicación de normas que reduzcan la delincuencia, prevengan accidentes y brinden una respuesta de emergencia oportuna. Juntas, las políticas de diseño urbano y seguridad pública trabajan para crear ciudades más seguras y habitables para sus residentes.
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