1. Realizar una evaluación ambiental exhaustiva antes de comenzar el proyecto para determinar las características ambientales existentes y el potencial de daño ambiental.
2. Utilizar materiales y prácticas sostenibles al diseñar y construir el edificio. Esto puede incluir el uso de materiales reciclados, la elección de materiales energéticamente eficientes y la instalación de sistemas de energía renovable.
3. Mantener y preservar las características naturales existentes del sitio, como la vegetación, los cuerpos de agua y los hábitats de vida silvestre.
4. Implementar sistemas de eficiencia energética, incluidos sistemas de iluminación, calefacción y refrigeración, y gestión del agua.
5. Utilizar productos, materiales y métodos de limpieza respetuosos con el medio ambiente en el mantenimiento del edificio.
6. Promover opciones de transporte sostenible para los ocupantes del edificio, incluido el almacenamiento de bicicletas, el uso compartido de vehículos y el acceso al transporte público.
7. Fomentar un comportamiento consciente del medio ambiente entre los ocupantes proporcionando educación y recursos para reducir los desechos, conservar energía y agua, y usar productos sostenibles.
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