La arquitectura del paisaje juega un papel crucial en la movilidad urbana sostenible al diseñar y crear espacios públicos funcionales y atractivos que promuevan caminar, andar en bicicleta y usar el transporte público. El diseño de corredores verdes, parques y senderos para peatones y bicicletas puede mejorar la accesibilidad, la seguridad y la comodidad de las personas, fomentar la actividad física, reducir la contaminación del aire y las emisiones de gases de efecto invernadero, y mejorar la calidad de vida en general en las zonas urbanas. La arquitectura del paisaje también puede contribuir a la integración de diferentes modos de transporte, como los sistemas de bicicletas y automóviles compartidos, y el desarrollo de centros intermodales que facilitan la transferencia entre diferentes medios de transporte. Además,
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