Los arquitectos bizantinos consideraron la acústica en sus diseños mediante el uso de materiales y formas específicas. El uso de mármol y piedra en la construcción de iglesias permitió que el sonido se reflejara y amplificara dentro del espacio. Los techos en forma de cúpula también ayudaron a reflejar el sonido y distribuirlo uniformemente por todo el edificio. Además, la ubicación del coro y el uso de columnas y arcos ayudaron a crear barreras acústicas naturales y mejorar la calidad del sonido dentro del edificio. Los arquitectos bizantinos también utilizaron un sistema de paneles absorbentes de sonido conocidos como parapetos para mejorar aún más la acústica de sus edificios. En general, los arquitectos bizantinos eran muy hábiles en el diseño de edificios que no solo se veían impresionantes, sino que también tenían una excelente acústica para las ceremonias y reuniones religiosas.
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