1. Ventilación cruzada: esta estrategia implica el uso de aberturas en paredes o lados opuestos de un edificio para facilitar el flujo de aire natural.
2. Ventilación de chimenea: el aire caliente sube y el aire frío desciende, por lo que la ventilación de chimenea aprovecha este fenómeno natural al crear aberturas en la parte superior e inferior de un edificio para permitir que escape el aire caliente y entre aire frío.
3. Ventilación impulsada por el viento: esta estrategia utiliza el movimiento natural del viento para inducir el flujo de aire a través de un edificio.
4. Chimenea solar: una chimenea solar es un sistema de ventilación solar pasivo que utiliza la energía del sol para calentar el aire y crear un flujo de aire a través de un edificio.
5. Purga nocturna: este es el proceso de purgar el aire caliente de un edificio por la noche cuando el aire exterior está más frío, para reducir la temperatura interna del edificio.
6. Ventilación a través de la vegetación: la ubicación estratégica de plantas y vegetación en un edificio puede ayudar a regular la temperatura y mejorar la calidad del aire a través de la transpiración natural.
7. Ventiladores de techo: Los ventiladores de techo son una forma simple y efectiva de mejorar el flujo de aire dentro de una habitación, sin necesidad de sistemas mecánicos complejos.
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