La arquitectura islámica normalmente incorpora patios conocidos como "sahn" o "rāwḍa" en árabe. Estos patios son una característica importante de la arquitectura islámica y, a menudo, se utilizan como un espacio central para el culto congregacional, la relajación y la socialización.
Los patios en la arquitectura islámica son típicamente de forma cuadrada o rectangular y están rodeados por arcadas o claustros conocidos como "riwaqs". Estas arcadas suelen tener arcos apuntados y están decoradas con intrincados patrones geométricos y caligrafía. El patio central suele estar adornado con fuentes o estanques, lo que crea un ambiente tranquilo y sereno.
Los patios en la arquitectura islámica también tienen un propósito práctico. Brindan luz natural, ventilación y ayudan a enfriar los edificios durante los veranos calurosos. También brindan privacidad y refugio del ajetreado y caótico mundo exterior.
En general, los patios se consideran una parte integral de la arquitectura islámica y se han incorporado a muchas mezquitas, madrazas, palacios y edificios residenciales en todo el mundo islámico. Son un elemento importante del diseño arquitectónico islámico que muestra el equilibrio entre funcionalidad y belleza.
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