La arquitectura posmoderna a menudo usa referencias al arte neoexpresionista posmoderno a través de la incorporación de colores, formas y patrones audaces. Tanto la arquitectura posmoderna como el arte neoexpresionista rechazan el minimalismo y la austeridad de la arquitectura y el arte modernistas, y en su lugar adoptan un estilo más lúdico y ecléctico. En la arquitectura posmoderna, esto puede manifestarse como edificios con fachadas fragmentadas, el uso de estilos históricos o vernáculos y gestos irónicos o humorísticos. De manera similar, el arte neoexpresionista posmoderno a menudo presenta colores brillantes, pinceladas audaces y referencias a la cultura pop. Ambos movimientos comparten el rechazo a la idea de que la forma debe seguir a la función, valorando en cambio la experiencia subjetiva del espectador. En general,
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