Una casa pasiva es un tipo de edificio diseñado para ser altamente eficiente energéticamente, con un enfoque en minimizar el consumo de energía y maximizar la comodidad. Una casa pasiva está diseñada para utilizar un mínimo de energía para calefacción y refrigeración, basándose en una combinación de construcción hermética, altos niveles de aislamiento y estrategias de ventilación inteligentes para crear un ambiente interior confortable.
Las casas pasivas generalmente están diseñadas para estar súper aisladas, con paredes, pisos y techos que son mucho más gruesos que las técnicas de construcción tradicionales. Además, las casas pasivas suelen tener múltiples capas de ventanas y puertas de alto rendimiento que ayudan a atrapar el calor dentro del edificio.
Para ayudar a mantener la calidad del aire interior, una casa pasiva suele utilizar un sistema de ventilación mecánica que hace circular aire fresco por todo el edificio. Este sistema también permite recuperar el calor del aire saliente, lo que permite mantener una temperatura agradable sin depender de los sistemas tradicionales de calefacción y refrigeración.
En general, el objetivo de una casa pasiva es crear un edificio que sea tan eficiente desde el punto de vista energético que pueda calentarse principalmente con el calor generado por los ocupantes y los electrodomésticos, lo que permite reducir el consumo de energía hasta en un 90 % en comparación con un edificio tradicional.
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