El diseño de equidad es un concepto que tiene como objetivo abordar y eliminar las disparidades en el acceso y los resultados de los grupos marginados y subrepresentados. El diseño universal, por otro lado, se enfoca en crear productos, entornos y sistemas que sean accesibles y utilizables por todas las personas, independientemente de su edad, habilidad o antecedentes.
El papel del diseño de equidad dentro del diseño universal es garantizar que los principios y prácticas del diseño universal se apliquen con un enfoque específico en el logro de resultados equitativos para todos. El diseño de equidad reconoce que ciertos grupos, como las personas con discapacidades, las minorías étnicas o las personas de bajos ingresos, pueden enfrentar barreras y desventajas adicionales para acceder y usar productos, servicios o espacios.
El diseño de equidad implica considerar y abordar activamente estas barreras y garantizar que las soluciones de diseño sean inclusivas, equitativas y accesibles para todas las personas. Requiere que los diseñadores vayan más allá de los estándares mínimos del diseño universal y trabajen activamente para minimizar el impacto de las desigualdades sistémicas. Esto puede implicar realizar una investigación exhaustiva y comprender las necesidades y experiencias únicas de diversos grupos de usuarios, involucrar a las comunidades marginadas en el proceso de diseño y desafiar las suposiciones y los sesgos que pueden perpetuar las desigualdades.
Al integrar el diseño de equidad en el diseño universal, los diseñadores pueden crear soluciones más inclusivas y accesibles que prioricen las necesidades y los derechos de todas las personas, reconociendo la importancia de las diversas perspectivas y experiencias. Este enfoque promueve la justicia social, la igualdad de oportunidades y una sociedad más inclusiva para todos.
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