La calidad de la arquitectura de software se refiere al grado en que la arquitectura de un sistema de software satisface los requisitos funcionales y no funcionales requeridos, como escalabilidad, mantenibilidad, rendimiento, confiabilidad, seguridad, modificabilidad, extensibilidad y otros. Implica evaluar la eficacia y la eficiencia de la arquitectura para lograr los objetivos previstos y garantizar su sostenibilidad y adaptabilidad a largo plazo. Los factores que contribuyen a la calidad de la arquitectura de software incluyen principios, patrones y prácticas de diseño, así como la selección de tecnologías y herramientas apropiadas. Una buena arquitectura de software debería permitir una fácil implementación de nuevas funcionalidades, minimizar el tiempo de inactividad del sistema y reducir los costos de mantenimiento y soporte.
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