Una arquitectura de memoria distribuida es un tipo de arquitectura computacional en la que múltiples procesadores tienen cada uno su propia memoria local pero pueden comunicarse entre sí a través de una red. Este tipo de arquitectura se usa comúnmente en computación paralela y es particularmente adecuada para simulaciones científicas a gran escala que requieren grandes cantidades de memoria. En una arquitectura de memoria distribuida, cada procesador tiene acceso solo a su propia memoria, lo que significa que cualquier dato que necesite un procesador que no esté almacenado localmente debe transferirse a través de la red. Este tipo de arquitectura es altamente escalable y puede funcionar bien con una gran cantidad de procesadores, pero también puede ser complejo de programar y administrar.
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