El propósito de la ejecución fuera de orden en la arquitectura computacional es mejorar la eficiencia y el rendimiento de los procesadores. En la ejecución en orden tradicional, las instrucciones deben ejecutarse en el orden en que aparecen en el programa, lo que puede provocar bloqueos y retrasos en la ejecución. Con la ejecución fuera de orden, el procesador puede ejecutar instrucciones en un orden más eficiente, aprovechando los recursos disponibles y minimizando las paradas. Esto puede mejorar el rendimiento general y la velocidad del procesador.
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