La prueba de partículas magnéticas es un método de prueba no destructivo que se utiliza para detectar discontinuidades en la superficie y debajo de la superficie en los materiales. Implica inducir un campo magnético en un material ferromagnético y aplicar partículas de óxido de hierro a la superficie. Las partículas se acumulan en la ubicación de cualquier grieta o defecto, formando una indicación visible del defecto. El método se usa comúnmente en las industrias aeroespacial, automotriz y manufacturera.
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