La arquitectura exuberante se caracteriza por su estilo decorativo y ornamentado, que a menudo presenta detalles intrincados y estructuras grandiosas. La arquitectura sostenible, por otro lado, se centra en crear edificios que sean respetuosos con el medio ambiente y que tengan un bajo impacto en su entorno. Esto incluye el uso de materiales sostenibles, la reducción del consumo de energía y la minimización de los residuos. Mientras que la arquitectura exuberante prioriza el atractivo estético y la extravagancia, la arquitectura sostenible prioriza la funcionalidad, la eficiencia y la reducción del impacto ambiental.
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