Sí, las ordenanzas arquitectónicas pueden afectar la calidad del aire exterior del edificio. La forma en que se diseña y construye un edificio puede afectar la calidad del aire que entra y sale del edificio. Por ejemplo, la ubicación y el tamaño de las ventanas, el uso de sistemas HVAC y los materiales utilizados en la construcción pueden afectar la calidad del aire exterior. La ventilación adecuada, los sistemas de filtración y las elecciones de materiales de construcción pueden ayudar a mejorar la calidad del aire exterior y reducir el posible impacto negativo del edificio en el medio ambiente.
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