El color juega un papel esencial en el orden arquitectónico, ya que ayuda a crear interés visual, definir espacios, transmitir emociones y mejorar el atractivo estético general del edificio. La elección del color puede afectar la percepción del espacio, la luz y la forma, y también puede afectar el estado de ánimo y el ambiente del entorno. El color se puede usar para resaltar ciertos elementos y características, y también se puede usar para combinar la fachada del edificio con su entorno. En resumen, el color es una poderosa herramienta que los arquitectos utilizan para dar forma al carácter y la identidad de sus diseños.
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