La resiliencia arquitectónica se refiere a la capacidad de un edificio o estructura para resistir y recuperarse de diversos factores estresantes, como desastres naturales, cambio climático o daños físicos. Implica diseñar y construir edificios de manera que puedan adaptarse a las condiciones cambiantes y mitigar los riesgos potenciales. La resiliencia arquitectónica puede incluir características tales como materiales fuertes, sistemas de respuesta a emergencias, planos de planta flexibles y estrategias de diseño sostenible. Su objetivo es minimizar el impacto de las interrupciones y garantizar la durabilidad y seguridad a largo plazo de las estructuras.
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