1. Función sobre forma: el diseño urbano racionalista prioriza la funcionalidad y la usabilidad sobre el atractivo estético.
2. Formas simplificadas: los edificios y las características urbanas suelen ser cubistas y geométricos, con líneas y ángulos simples.
3. Uso de nuevos materiales: los arquitectos y diseñadores racionalistas a menudo utilizaron nuevas técnicas de fabricación y materiales como el acero, el vidrio y el hormigón.
4. Énfasis en la simetría: la simetría y el orden eran esenciales para el diseño, con formas equilibradas y patrones repetitivos.
5. Líneas de cuadrícula racionales: las líneas rectas e ininterrumpidas eran esenciales en el diseño urbano racionalista, creando una sensación de orden y control.
6. Ornamentación mínima: la ornamentación se redujo a lo esencial, con la función siguiendo la forma en un enfoque minimalista.
7. Énfasis en los espacios públicos: el diseño racionalista priorizó el desarrollo de espacios públicos que fomentaran la comunidad, la interacción social y el compromiso.
8. Zonas fijas y despejadas: Existían zonas fijas para diferentes usos, es decir, residencial, comercial y transporte, con separación entre cada uno.
9. Crecimiento urbano controlado: El diseño urbano racionalista estableció planes para gestionar el crecimiento de la ciudad, con estrictas normas de zonificación y permisos de construcción controlados.
10. Estética urbana: también se hizo hincapié en el desarrollo del arte público y la escultura para mejorar el atractivo estético general de la ciudad.
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