La arquitectura neoclásica se caracteriza por un estilo más tradicional y ornamentado, inspirándose en la arquitectura griega y romana. Presenta columnas, frontones y cúpulas, junto con un enfoque en la simetría y la proporción.
La arquitectura moderna, por otro lado, se caracteriza por un estilo más minimalista y funcional. Enfatiza formas geométricas simples, líneas limpias y el uso de materiales modernos como el vidrio y el acero. La arquitectura moderna a menudo incorpora principios como la sostenibilidad y la eficiencia energética, lo que refleja las necesidades y valores cambiantes de la sociedad.
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