1. Dependencia de la tecnología: el diseño computacional se basa en gran medida en la tecnología, lo que significa que existe el riesgo de fallas en el equipo o fallas en el sistema. Esto puede provocar retrasos en los proyectos y gastos adicionales por reparación o reemplazo de equipos.
2. Complejidad: la complejidad del diseño computacional requiere un alto nivel de conocimientos y habilidades técnicas. Esto puede limitar la cantidad de personas que pueden trabajar con las herramientas y puede requerir una capacitación significativa.
3. Costo: el costo del software y hardware de diseño computacional puede ser prohibitivo para las empresas más pequeñas y los diseñadores individuales. Además, el costo de las actualizaciones y el mantenimiento puede ser una carga significativa para los presupuestos.
4. Limitaciones: las herramientas y técnicas de diseño computacional evolucionan continuamente, lo que significa que es posible que no todas las características y funcionalidades estén disponibles para todos los usuarios en todo momento. Esto puede limitar el alcance de un proyecto y llevar a compromisos de diseño.
5. Falta de creatividad: si bien el diseño computacional puede acelerar el proceso de diseño, también puede disminuir la creatividad, ya que el diseñador confía más en los algoritmos y la automatización que en la intuición y la creatividad personales.
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