La arquitectura hostil, también conocida como arquitectura defensiva o arquitectura anti-personas sin hogar, se refiere al diseño de espacios públicos o edificios diseñados intencionalmente para restringir o desalentar ciertas actividades o comportamientos y para hacer que estas áreas sean incómodas o inaccesibles para las personas sin hogar u otros grupos marginados. Los ejemplos de arquitectura hostil incluyen bancos con reposabrazos para evitar dormir, clavos o barras divisorias en superficies planas para evitar merodear o alféizares inclinados para evitar sentarse o dormir. El propósito de la arquitectura hostil es controlar el comportamiento de ciertos individuos o grupos y mantener el uso "normal" percibido de los espacios o edificios públicos.
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