El uso de sensores de ocupación puede tener un impacto significativo en el consumo de energía de un edificio. Esto se debe a que los sensores de ocupación detectan la presencia o ausencia de personas en una habitación o área y pueden ajustar automáticamente la iluminación o la temperatura en consecuencia. Cuando las personas no están presentes, las luces o el sistema HVAC se pueden apagar o bajar, lo que reduce el consumo de energía. Esto puede resultar en ahorros de energía significativos con el tiempo, especialmente en edificios que se ocupan de manera intermitente o tienen áreas que rara vez se usan. Al reducir el consumo de energía, los sensores de ocupación también pueden ayudar a reducir las facturas de servicios públicos y reducir el impacto ambiental de un edificio.
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