El regionalismo crítico es un enfoque arquitectónico que tiene como objetivo integrar los factores ambientales y culturales locales en el diseño, evitando convertirse en una mera imitación o pastiche de las formas tradicionales. Busca combinar valores tecnológicos y estéticos universales con características culturales y naturales regionales, dando como resultado un estilo arquitectónico único que reconoce la modernidad pero respeta el contexto local. Surgió como una reacción contra la uniformidad y estandarización de la arquitectura modernista, que a menudo ignora las identidades locales y las tradiciones vernáculas. El regionalismo crítico enfatiza la necesidad de crear un sentido de lugar y una conexión con el contexto local mediante la incorporación de elementos físicos, sociales y culturales en el diseño, con el objetivo de crear una arquitectura sostenible y significativa.
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