El estilo minimalista en arquitectura es un movimiento que enfatiza la simplicidad, las líneas limpias y el uso de decoración mínima o nula. Se caracteriza por un enfoque en formas geométricas básicas, paletas de colores neutros y el uso de materiales naturales como madera, piedra y hormigón. El estilo surgió en la década de 1960 como una reacción contra los estilos ornamentados y altamente decorativos del pasado, y desde entonces se ha convertido en una tendencia de diseño popular tanto en la arquitectura residencial como comercial. El estilo minimalista prioriza el diseño funcional y el uso eficiente del espacio, en lugar de enfatizar las cualidades estéticas de un edificio.
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