El nuevo formalismo es un estilo arquitectónico que surgió a mediados del siglo XX como una reacción contra el estilo modernista predominante en ese momento. Su objetivo es revivir los elementos arquitectónicos clásicos y la formalidad en el diseño de edificios. El nuevo formalismo enfatiza la simetría, las proporciones clásicas y el uso de materiales tradicionales, como ladrillo, piedra y mármol. Busca crear edificios que parezcan atemporales, dignos y elegantes. El estilo se hizo popular en edificios públicos y culturales, como edificios gubernamentales, museos y campus universitarios. El nuevo formalismo fue muy influyente en la arquitectura estadounidense durante las décadas de 1960 y 1970.
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