El movimiento de la arquitectura iconoclasta se caracteriza por el rechazo a los elementos decorativos tradicionales como la escultura y la pintura. Las características definitorias clave incluyen:
1. Simplificación y minimalismo: los arquitectos iconoclastas buscaron eliminar la ornamentación y la decoración, creando una estética minimalista y recortada.
2. Funcionalidad: los edificios se diseñaron para cumplir su propósito de manera eficiente y eficaz, con poca consideración por las florituras decorativas.
3. Materiales: los materiales industriales como el hormigón, el acero y el vidrio se preferían a menudo a los materiales de construcción tradicionales como la piedra y el ladrillo.
4. La forma sigue a la función: el principio de que el diseño de un edificio debe basarse en su función prevista, más que en consideraciones ornamentales.
5. Modernismo: el movimiento iconoclasta tiene sus raíces en la arquitectura modernista, que enfatizaba la racionalidad, la industrialización y los avances tecnológicos.
6. Formas y patrones geométricos: algunas estructuras iconoclastas presentan formas y patrones geométricos estrictos, lo que refleja el enfoque del movimiento en la simplicidad y la funcionalidad.
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