El movimiento arquitectónico del Nuevo Primitivismo se caracteriza por un enfoque en los materiales y formas naturales, como la madera, la piedra y los techos de paja, así como por el rechazo de los métodos y la tecnología de construcción modernos. Este movimiento enfatiza la simplicidad y un retorno a las técnicas de construcción tradicionales, a menudo inspirándose en la arquitectura indígena. Las estructuras producidas por el movimiento del Nuevo Primitivismo son a menudo asimétricas y se mezclan con el entorno circundante, enfatizando una conexión entre los humanos y la naturaleza. El movimiento también aboga por prácticas de construcción sostenibles y ecológicas.
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