1. Incorporar la adaptación al cambio climático en la planificación y diseño de infraestructura.
2. Fomentar la colaboración entre agencias gubernamentales, partes interesadas del sector privado y grupos comunitarios.
3. Adoptar diseños de infraestructura flexibles y adaptables que puedan soportar múltiples amenazas y factores estresantes.
4. Promover la diversidad en los sistemas de infraestructura para reducir los riesgos en todo el sistema.
5. Invertir en tecnologías innovadoras que aumenten la resiliencia, como microrredes y techos verdes.
6. Fomentar la preparación y participación de la comunidad en la planificación de la resiliencia comunitaria.
7. Promover el uso de infraestructura verde para reducir el impacto de los desastres naturales, como el uso de techos verdes para mitigar el calor o jardines de lluvia para reducir la escorrentía de aguas pluviales.
8. Desarrollar e implementar políticas que fomenten la adopción de prácticas de infraestructura resiliente, como incentivos para modernizar las estructuras existentes para aumentar la resiliencia.
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